24 de noviembre de 2008

SOY ASI

Hace unos días discutía con mi mamá de esas cosas que discute una con su mamá, tan relevante en nuestras vidas que ni siquiera puedo recordarla.
Al calor de la discusión me dijo, "tú eres mala".
Yo no me siento mala.
Cambio mucho, y de un momento a otro. Nunca he conocido una persona que le pase lo que me pasa a mí cuando alguien me pega en la cabeza: Me enfurezco.
En automático, sin previo aviso. Me da un coraje que me enciende la sangre, me frustra y me hace reclamar enojada a quien se atrevió a pegarme en la cabeza.
Mi humor cambia al ritmo de la música, si escucho una canción triste, la vivo y sufro, si escucho algo alegre, me da una descarga de felicidad, un entusiasmo indescriptible.
Soy muy dura a veces.
De hablar sarcástico, de carcajada abierta, casi siempre me paseo con una sonrisa.
No sé disimular, si algo no me gusta, se me nota en el gesto.
No miento muy bien, siempre se me nota en los ojos, cuando estoy mintiendo.
A mucha gente no le gusta la expresión de mi rostro, dicen que soy presumida. yo siempre digo que no tengo de qué presumir.
Tiendo mucho a soñar despierta, a fantasear, cuando estoy sola nunca me aburro, por que puedo revivir con todo detalle, situaciones del pasado, a veces escribo lo que pienso con mi dedo en el aire.
Algunas veces me digo que tengo aires de autista, pues me encierro en mi mundo y no quiero que nadie entre. Me embelesó en algunas actividades, como quitarle la suciedad a algo, no me despegó hasta que termino.No es fácil ser así.

22 de noviembre de 2008

ANA MARINA


Conocí a esta chica un Diciembre de los años en los que todavía iba a la escuela, yo pertenecía a un grupo que se llamaba Cuerpos de Conservación de Guanajuato. Hubo un campamento con personas que pertenecían a Cuerpos de otros estados.

Ana Marina destacaba por su belleza, rubia de ojos azules, esbelta, con todo en su lugar, de buena estatura.

Cuando la vi, me sentí cual vil cucaracha que no merece existir.

Pensé que sería una niña mimada que espera que todos estemos a sus pies, no podría estar más equivocada.

Desde el principio demostró ser una personalidad en el campamento, este se realizaba en la Sierra de Santa Rosa, en Guanajuato.

Líder nata, super organizada y de un excelente humor, era un placer trabajar con ella. Nos trataba a todos por igual y pronto encontré en ella a una amiga y confidente.

Un día en la noche, se organizo una subasta humana. Íbamos a ser subastados y todo un día, tendríamos que lavar los platos de nuestro comprador. Nos repartieron igual cantidad de dulces para pujar en la subasta.

Hubimos algunos por los que nadie peleó, a más de uno nos compraron por un dulce y de plano fue la única oferta.

Había un chico, guapo, simpático e inteligente, ya no recuerdo su nombre, pero si recuerdo que me encantaba de todas las formas posibles, Marina lo sabía. Hoy por más que intento no puedo recordar su nombre. Fue el plato fuerte de la noche, Marina se alío con otras chicas, yo sospecho que hubo hasta contrabando de dulces, pero al final de la noche y con ayuda de mi amiga, logré vencer a mis contrincantes y pude comprar por la cantidad más grande de dulces al chico de mis sueños.

Estuvimos en contacto durante algún tiempo. Ella vivía en Tabasco, en una hacienda que producía chocolate, nos comunicábamos por correo convencional, no tenia yo el gusto de conocer el e-mail.

Un día ya no supe de ella, años después me entere de que se convirtió en nuestra belleza Tabasco, que estudió, se casó y continúa su vida muy feliz.


El haber conocido a Marina, me hizo ser menos prejuiciosa, y tratar de ser siempre una mejor persona, aunque mi exterior, aunque lo que la gente ve, no lo parezca.

SEGURO ME ARREPIENTO


El jueves a la mañana consumé mi tan esperada venganza... Lástima que no sentí nada de lo que esperaba.
Razones realmente equivocadas me llevaron a la cama de M. Obviamente no iba a resultar bien.
Y no hablo del sexo, el sexo al final es sólo eso.
Ahora parece que necesito amar la persona con la que me acuesto.
Fue un acto carente de sentido, alejado de toda emoción.
Mi compañero de venganza no pareció darse cuenta de todas las cosas que pasaban por mi cabeza mientras me entregaba a él.
No todo fue malo, desde el punto de vista de lo que debe de ser una relación sexual, fuimos un par de amantes complacientes, nos entregamos como lo harían dos extraños, sin mucha reserva, sin grandes expectativas.
Ya hacía tiempo que no me besaban la cara y los ojos tiernamente, ya hacía tiempo que no me acurrucaban unos brazos fuertes y protectores, que no me acariciaban el cabello mientras me iba venciendo el sueño, que alguien velaba mi sueños, ni observaba mi rostro mientras me quedaba dormida.
No me confundo, no fue una experiencia romántica.
Seguro no se vuelve a repetir.
Que si obtuvé la satisfacción que esperaba?
No, claro que no.
Por que para que A. se entere, va de por medio mi reputación, tal vez queda comprometido hasta mi trabajo.
No, al final parece que sólo lo hice por hacerlo. Hoy me complace lo que hice aunque sólo yo lo sepa.
Quien sabe, mañana seguro me arrepiento
.

17 de noviembre de 2008

EL AMANTE DE LA AMANTE DE MI AMANTE

Hace un tiempo, cuando se empezaba a rumorar que mi amante me engañaba con otra mujer, el amante de esa mujer, un compañero muy simpático, se acerco a mi, curioso de saber que pasaba con nuestras parejas, yo no sabía gran cosa, más lo que cuenta la gente y he aprendido a no confiar en los rumores, aunque estos parecían muy ciertos.
Platicamos un rato, él no la amaba a ella, yo si lo quise a él. Nos reímos de nuestros supuestos cuernos, no dudabamos de nuestros amantes, no quisimos creer que era cierto.
En ese momento, él me dijo, si todo esto es cierto, nos vamos a juntar un día y nos vamos a vengar de ese par. Y nos volvimos a reir.
Hoy esa historia quedo confirmada, comprobada y ya causó todo el daño que pudo causar. Ellos están juntos, ella quedo embarazada y jura que de él.
A mes y medio del rompimiento, nos encontramos, nos saludamos y hablamos de otras cosas, no sé como llegamos al tema de la venganza.
No sé que tanto pueda lastimarlos a ellos, yo sé que ella ama en verdad a este hombre, lo busca y lo llama todavía, él no le perdona su traición. É. Se fue con ella cuando yo todavía le tenia un gran cariño.
Ayer decidí vengarme, no creo que salga más dañada. No lo voy hacer por ella, ni por ellos, lo voy a hacer por mí, por esos residuos de coraje que aún me ahogan.
Tal vez no es la mejor decisión, pero mis deseos de lastimar aún dominan a los de autoconservación.

15 de noviembre de 2008

LETI

Leti, era una de esas personas a las que empiezas a querer sin sentir.
Simplemente un dìa te dabas cuenta que ya era importante.
Era una persona menuda, morena clara, de cabello rizado, siempre bien peinado. De sonrisa enorme y mirada apacible.
Se notaba en su mirada su alma limpia.
Era de hablar acompasado, a veces demasiado, para mí, bueno, que puede decir una persona a la que se le agolpan las palabras en la boca.
Era amante de las novelas de la noche, cosa que yo he odiado desde que me considero una persona semi razonable.
Sí, era una buena persona.
Viví con ella, compartiendo un departamento la primera vez que viví fuera del nido materno.
Un día entre semana, que coincidimos, me invitó por no decir casi me obligo a ver la novela que veía más temprano.
Accedí, buscamos algo que comer mientras la veíamos, mientras yo me imaginaba unos doritos con salsa, fue al refri y sacó germén de alfalfa, no sabía si reirme, ponerme a llorar o buscar una maceta.
Cuando vio que no me iba a hacer comerme eso, me dejo ir por mis doritos, en ese entonces, tenía 26 años, ella 27.
Ella creía firmemente en comer sano. Linaza, siempre agua clara, nada de cigarros, que se diga del alcohol, ni hablar de sexo.
Todo lo bueno de lo malo no era para ella.
Y así pensaba llegar a muy vieja...
Un día deje de vivir con ella, regresé a mi tierra y ella se quedo en la tierra en la que nos conocimos.
Seguimos en contacto por correo y por el messenger. Me contaba los últimos chismes de la planta y demás.
Un día, desapareció.
Andaba yo tan ocupada en mis asuntos que no extrañe mucho sus consejos y sus buenos deseos.
Hace unos meses me enteré de su muerte acaecida el 12 de Diciembre de 2007. Después de una penosa lucha contra el cáncer, perdió la batalla la madrugada de ese día.
Por eso nunca supe más de ella. Escuche sin poder creerlo la historia de su agonía, de su impotencia al saberse sentenciada a muerte a los 31 años.
Ese día me tome una coca en su honor, y salí a la calle pensativa, mirando sin ver, caminando a ratos como pérdida. Tratando de no cuestionar los designios del destino, ese al que todos nos dirigimos, y cuando ví, el cielo parecía más azul y la vida seguía siendo igual. Sólo que ahora estoy más consciente de lo pasajero que es todo.
Ojalá que Leti, esté donde siempre quiso estar.

2 de noviembre de 2008

ELLA NO TIENE LA CULPA

Y sin embargo ha pagado.
Ella no tiene la culpa...
Ni de que yo sufra.
Ni de que yo me sienta burlada.
Ni de que yo me sienta humillada.
Ni de que casi perdí el trabajo.
De que perdiera el sueño.
De que perdiera mis sueños.
De que perdiera mis ilusiones.

Ella no le dió ninguna poción mágica, ni lo tiene embrujado. Ella simplemente es como es, y a él parece gustarle esa forma de ser. Y yo me quedé en el aire, culpando a ese ser, que aunque parece tener más defectos que yo, me ha superado y ha sabido ganarse lo que ni siquiera era mío.

Y yo que no puedo tragarme mi coraje, he usado todo cuanto esta dentro de mi facultades para verla sufrir.
Y no sufre.
Y yo reniego.

Ella no tiene la culpa, pero no dejo de culparla, no dejo de sentir que gracias a ella, veo cada vez más lejos lo que una vez me hizo feliz.

DIA DE MUERTOS


Hoy me levante con una idea fija en mi cabeza.
Las tumbas de mis tíos iban a estar sucias y sin flores en esta fecha tan simbólica.
Mis primos, ambos adoptados, han seguido otras religiones, que según ellos mismos han comentado, les prohiben llevarle flores a sus difuntos.
Estuve a punto de no visitarlos. Para empezar, tenía que ir caminando, arrastrando al niño, por que siempre esta algo lejitos, pero ya para terminar la tarde me encamine con mi chiquillo rumbo al panteón.
Estaba tan lleno de gente, de humo, de basura, de flores. Yo creo que estos 2 días son en los que menos descansan las almas que habitan el panteón.
Me abrí paso entre el laberinto de tumbas llenas de flores y llegue hasta esas dos, lado a lado, que se distinguían por el abandono en que se les ha dejado, había bastantes familias alrededor, algunas personas usaban las tumbas de mis tíos como bancas, pues era casi obvio, que por la hora, ya nadie iba a visitarlos.
Me regresé a buscar flores, pensando, cómo es posible que mis primos, hombre y mujer, se hayan olvidado así de los padres que la vida les dió, su suerte pudo haber sido muy diferente, y por azares del destino, llegaron a nuestra familia y fueron amados, hasta donde sé. Ya el camino que tomó cada uno, fue independiente y cometieron sus errores cada quien por su lado. Pero por agradecimiento, por amor, aunque sea por obligación o compromiso, esperaba que este año fuera diferente a los pasados.
Salí a la calle del panteón, entre puestos de fruta, hot cakes, y antojitos, llegué al área de las flores. Me empezaron a acosar las mujeres de los puestos, flores flores , flores baratas, venga señito, debo confesar que me mareé. El ruido, la gente, los olores, el coraje de ver las tumbas como bancas, me di dos vueltas sobre mi misma y me regrese al primer puesto, pedí 2 ramos de flores y me fui otra vez al interior.
No pude hacer gran cosa con la limpieza, sacudir con el papel en que me dieron las flores, elevé una pequeña oración, por el tío que apenas conocí por espacio de 9 años en mi vida, por la tía que la mayor parte de las veces, me aterraba con su personalidad dominante, con su cigarro siempre encendido, con su dureza de apagarlos siempre con la lengua. Por aquellos 2 seres olvidados, relegados al olvido por los hijos, que aunque no compartieron su sangre, les dieron cuanto necesitaron.
Me paré en medio de las 2 tumbas y las toqué, una con cada mano, ellos yacen ahí desde los 80´s, pero guardo algunos de sus recuerdos, como si los hubiera vivido ayer, el carro azul de mi tío, su bigote, su inseparable cigarro, mi tía, gorda como ella sola, con sus batas enormes, que la hacían ver todavía más gorda, con su pelo blanco y su mal humor.

Me fui de ahí algo afectada, los hermanos y hermanas de mi papá han estado muriendo uno a uno, mañana le contaré a mi padre ausente, que le llevé flores a su hermano adorado. Sospecho que saberlo lo va a complacer.

Fui a visitar a mis tíos que murieron siendo niños, mientras caminaba entre tumbas llenas de flores, pude ver con cuanto amor y devoción visita la gente a sus muertos.
Arreglos impresionantes de rosas y flores que ni conozco. Caras tristes, caras alegres, rostros que no reflejan resignación, ojos que dejan traslucir añoranza, tristeza, desesperanza.
Tumbas exageradas, tumbas a ras de tierra, hasta parece ser cierto que hasta en nuestra última morada, debemos demostrar como vivimos y morimos igual.

El ambiente con mi familia era casi festivo, no falta el igualado, que comiendo caña mientras acompañamos a Alicia, Israel y Manuel, empieza a bombardear a cuanto familiar vivo tiene cerca con la caña mascada, y escoges entre 2 opciones, o te enojas o contra atacas.

Ya de salida del panteón, observé el cielo, como siempre lo hago, y vi una nube que atravesaba casi toda la bóveda, parecía un camino, iluminado por los últimos rayos del sol, volteé a mirar a mi primo y le dije, mira, ya se van. El se quedo viendo, le asustó un poco mi comentario, pero reconoció que se veía realmente raro el cielo. Tomé una imagen con mi celular, se las dejo y decidan que ven.

YO



Soy una de esas personas que van por la vida sin sentirla a veces.

¿Alguna vez te has preguntado por las noches, a solas en la oscuridad, qué sentido tuvo ese día para tí?

Nunca he navegado con bandera de perdedora.

Algunas personas creen que soy altiva, pero es que no me gusta mirar al piso.

Otras piensan que soy mala onda, pero es que no se dan tiempo para conocerme bien.

Reconozco que mi humor cambia como veleta al viento. Que a veces, hasta el mínimo detalle me saca de quicio, pero es que yo no quiero ser así... Pero hay días en los que me es imposible controlar mis reacciones.

Más de una vez me han llamado imprudente. Creo que si lo soy.

Otras tantas veces y en su mayoría me han llamado voluble, tantas que ya me lo creo.

Y así empiezo a escribir hoy.