5 de junio de 2010

CUMPLI...


Con la costumbre o tradición, con uno de sacramentos.
De llevar a bautizar a Erin Daniela.
Hubo que gastar dinero que no se tiene.
Invitar a gente que no se estima.
Asistir a una platica donde la catequista traía mal abotonada la blusa (renga) y yo me pasé la platica preguntándome:
1.- No tendrá espejo en su casa?
2.- No tendrá familia a la que le pregunte, como hago yo antes de salir de casa, como me veo?
Luego vino la misa interminable con un padre al que no se le entendía gran cosa, que hizo llorar a más de un bebé y que atrevió a preguntar, casi a gritos, donde estaba el papá de mi hija, lo único gracioso, fue que mi primo, mi tía, ahora mi comadre y yo, dimos al mismo tiempo una respuesta diferente.
Luego la comida, el arroz crudo, el fideo sabor ajo.
Se salvo el delicioso mole de mi abuelita.
La fiesta, de la que me escape en cuanto pude.
Y la foto hermosa, de mis 2 bebés, que nunca supieron que pasó.
Por cierto, por ahí cuentan que el día del bautizo, les tumban un cuernito a los bebés traviesos, y precisamente, ese día, Daniela hizo volar mi celular, con tal violencia, que la pantalla quedo toda estrellada...

SER MAMÁ SOLTERA


Soy mamá, soltera, de dos pequeños, un niño y una niña.

Algunas personas me han manifestado su admiración por hacer el papel de papá y mamá con mis hijos, el tener el valor de hacer esto sola...

En primer lugar, mi familia siempre me ha apoyado y nunca me ha reprochado el nacimiento de mis bebés, es más, los adoran.
En segundo, una parte de mi, en silencio, esperaba que los padres de mis niños desearan criarlos a mi lado, cosa que afortunadamente, nunca fue posible.
La maternidad es hermosa, y cuando veo a mis bodoques, crecer felices, sé que no puede pasar nada mejor en mi vida´.
Aunque a veces me llegan negros pensamientos, me pregunto que sería de mi sin ellos o viceversa, cuando llega la noche y escucho sus respiraciones acompasadas a mi lado, me imagino el terrible dolor de perderlos, me pregunto, como sería el resto de sus vidas, si mañana mismo perdieran a su madre, estoy segura que Emilio, que esta por cumplir 5 años, guardaría en su memoria inocente, un borroso recuerdo de mi rostro, tan borroso y lejano como los besos y los abrazos que le doy desde el día que nació. Daniela, de 9 meses, no recordaría nada de mi, no recordaría como la acuno en mis brazos cuando llora, ni mis besos en sus mejillas, ni cada tierna palabra, tal vez le dirían, cuanto se parece a mi, y quizás ella buscaría en su memoria, traer algún recuerdo de quien le dio la vida, tal vez se esforzaría tanto... sin lograr nada al fin.

Me preocupa dejarlos a la deriva, con un futuro incierto, a veces hasta duele. Duele imaginar que no pueda estar ahí para explicarles, que su existencia es una bendición. Que a veces los papás son así, que prefieren alejarse, que también a veces es lo mejor para todos, pero que a cambio la vida les ha dado una madre que daría su vida por ellos, y más si se pudiera.

Los años que vienen, pintan difíciles. Pero mi motor hoy es, darles lo que necesitan, y estar ahí para ellos. Tal vez no pueda darles más de lo que mi madre con tanto esfuerzo me dio a mi. Pero procuraré que nada les haga falta.