Con la costumbre o tradición, con uno de sacramentos.
De llevar a bautizar a Erin Daniela.
Hubo que gastar dinero que no se tiene.
Invitar a gente que no se estima.
Asistir a una platica donde la catequista traía mal abotonada la blusa (renga) y yo me pasé la platica preguntándome:
1.- No tendrá espejo en su casa?
2.- No tendrá familia a la que le pregunte, como hago yo antes de salir de casa, como me veo?
Luego vino la misa interminable con un padre al que no se le entendía gran cosa, que hizo llorar a más de un bebé y que atrevió a preguntar, casi a gritos, donde estaba el papá de mi hija, lo único gracioso, fue que mi primo, mi tía, ahora mi comadre y yo, dimos al mismo tiempo una respuesta diferente.
Luego la comida, el arroz crudo, el fideo sabor ajo.
Se salvo el delicioso mole de mi abuelita.
La fiesta, de la que me escape en cuanto pude.
Y la foto hermosa, de mis 2 bebés, que nunca supieron que pasó.
Por cierto, por ahí cuentan que el día del bautizo, les tumban un cuernito a los bebés traviesos, y precisamente, ese día, Daniela hizo volar mi celular, con tal violencia, que la pantalla quedo toda estrellada...